Pasamos a otro lugar de la sala y la profesora comenzó a preguntar quién tocaba algún instrumento, habían compañeros que tocaban guitarra, bajo, viola, flauta, y trompe. Yo dije que toco flauta traversa. La profesora también preguntó quién se dedicaba a escuchar música y qué sentían cuando lo hacían, en ese momento me di cuenta que ya no tengo una instancia como antes lo tenía para dedicarme a escuchar música, ahora lo hago cuando voy en la micro, pero me quedo dormida escuchándola, cuando hago aseo, pero es sólo para tener un sonido cerca, no para escucharla detenidamente, pero ya no puedo escucharla, relajarme e integrarme en las canciones como antes, ya no tengo esos momentos de reflexión junto a la música que más me gusta como antes, y en verdad eso me dio mucha pena, ya que siempre la música a formado una parte muy importante de mi vida.
Luego de esto, nos separamos en dos grupos, que al final se juntaron de igual forma. Comenzamos a hacer un circulo al rededor de los instrumentos, y me gustó bastante mirarlos y sentir la energía que emiten. Cada uno escogió un instrumento que nunca haya tocado, yo escogí una especie de flauta dulce, pero más pequeña, no se su nombre, pero nunca la había tocado, no sabía si sus notas eran iguales a las de la flauta normal, si su sonido era más agudo o más grave, simplemente no lo conocía. Comenzamos a movernos y a hacer sonar los instrumentos, y pasó algo muy lindo para mi, una compañera que tenía un tambor comenzó a hacer un ritmo con éste, y todos de manera casi simultanea comenzamos a seguirlo, y hacer el mismo ritmo, luego un compañero hizo lo mismo, y me gusto mucho esa conexión que se creó casi instantáneamente entre todos.
